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domingo, 20 de octubre de 2013

Cap 11 "Pequeños cambios que marcan grandes diferencias."

¿Pero cómo podía estar haciéndome eso? Realmente no podía creermelo, habíamos pasado tantos momentos juntos que.. No quiero llevar las cosas hacia un punto de visto orgulloso, pero era la mejor guardaespaldas que ese erizo pudiese llegar a tener. Me tiré en el sofá, miré la hora.

"¡Mierda las 3!" Me levanté. "Tengo que irme a dormir o mañana no llegaré al..." Suspiré. "palacio.'"

Me arrastré el flequillo con la mano con fuerza, con rabia. Con dolor. Todo tenía que ser una pesadilla. ¿Qué es lo que hace una persona organizada cuando le cambias su rutina? Ya no tenía hora de acostarme, aunque enrealidad coincidia que esa noche tampoco iba a dormir demasiado.. Entonces sonó el timbre, miré la puerta con cierta preocupación, pero aún así me dirigí a abrir. Lo miré sorprendida, sonreí y le invité a pasar.

"¿Cómo es que has venido a verme?" Solté mirándole atentamente mientras cerraba la puerta. Se giró, dejó caer una mirada de arriba a abajo sobre mi y sonrió de nuevo, eso hizo que me echara un vistazo rápido a mi misma y me sonrojase. Llevaba puesto mi pijama, la camiseta era marrón a rayas, y los pantalones cortitos rosados. Realmente no era mi mejor conjunto para andar por casa.

"¿Sabes lo mejor de esto?Que aún así estás preciosa." Me guiñó uno de sus ojos carmesí, y noté como el calor inundó mis mejillas. Mierda. ¿Por qué habia dicho eso?

"Gracias."

"Ya me he enterado de lo tuyo." Guardó silencio para mirarme a los ojos. "De verdad que lo siento mucho."

"No importa, sólo era.. un trabajo." Bajé la mirada, sabía que no era así. Pero esbocé una sonrisa falsa aún así, no queria que nadie estuviese mal por mi. Alcé la mirada y sus ojos se toparon con los mios, estaba ahí, tan cerca que podría oir sus propios latidos si prestase atención.

"Amy me importas mucho, no quiero que estés mal."

"Estoy bien." Musité cerrando los ojos. Volví a abrirlos y noté como las ganas de llorar me inundaron al instante.

"Tonta." Me abrazó, joder. ¿Por qué estaba haciendo todo eso?

"Voy a llorar." Susurré.

"Hazlo, llorar no es malo."

"Yo no lloro, soy una guerrera."

"En ocasiones la gente llora no porque sean débiles. Si no porque llevan demasiado tiempo siendo fuertes." Lloré. Lloré muy fuerte, hundí la cabeza en su pecho y lo abracé fuertemente.

"Soy penosa Shad. Soy penosa." Solté entre lágrimas despegándome de su cuerpo. Me cogió los hombros.

"Eres una guerrera.Eso es lo que eres." Sonreí, me mordí el labio y le abracé de nuevo.

"Gracias." Un silencio incómodo inundó la habitación.

"Gracias a ti."